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El Detective Nick Burkhardt comienza a ver cosas que no es capaz de explicar, criaturas que parecen sacadas de historias de terror. La aparición, tras muchos años de ausencia, de su tía Marie, revelará que su sobrino es descendiente de un grupo de cazadores de élite llamado “Grimms” encargados de mantener a salvo a la humanidad de las diversas criaturas sobrenaturales que habitan nuestro mundo. A medida que ahonda en su propia historia, Nick descubrirá que es su deber continuar esa misión incluso si eso significa dejar su antigua vida en el pasado. ¿Recuerdas aquellos cuentos de hadas que tus padres te contaban antes de que te durmieras? Bueno, pues no eran historias, eran advertencias. La verdad es que cuando veo esta serie, me genera un dejo de nostalgia... Fantasía oscura y suspenso en su mezcla perfecta, no me vengan con juicios extremos ni con críticas de 5 estrellas, no me cansaré de repetir que si algo me genera emociones es suficiente para mi. Grimm es el mejor ejemplo de esto, y mientras la estética y la ambientación sigan al nivel de cada adaptación de los cuentos de los Hermanos Grimm, seguiré siendo un fanático declarado de la serie.

Many people may think that I am not interested in religion because of my way of facing the topic. In fact, I have to admit that I was the kind of person who didn't believe in "religion" at all. What used to come to my mind when I was 18 and heard the word Jesus or God, was nothing special, for me they were just words. I used to think that the only reason for people to pray was only self-interest but I was wrong. My mother taught me that I don't need a reason to pray. She prays because she has faith, spiritual strenght, and vitality that few possess. This can explain what I think about religion, I pray to God and I believe in a God but I am not sure if it's the God that all people in "my" religion believe in. By praying, I can reach a state of spiritual fullfilness and I'm not ashamed of saying so...

Cuando las cosas vayan mal... como a veces pasa. Cuando el camino parezca cuesta arriba Cuando tus recursos meguen y las deudas suban y al querer sonreir, tal vez suspires. Cuando las preocupaciones agobien, descansa si es necesario, pero no te rindas. La vida es rara con sus vueltas y tumbos como todos muchas veces comprobamos, y muchos fracasos suelen acontecer. Aun pudiendo vencer de haber perseverado asi es que no te rindas. Aunque sea lento el triunfo puede estar a la vuelta de la esquina. El triunfo es el fracaso al reves, es el matiz plateado de esa nube incierta que no te deja ver su cercania... aun estando bien cerca. Por eso decidete a luchar sin duda, porque en verdad, cuando todo empeora, el que es valiente, no se rinde, lucha.

Érase un padre de familia que había conseguido unas buenas condiciones de vida y había enviudado, después de que sus hijos se hicieran mayores y encauzaran sus propias vidas. Siempre había acariciado la idea de dedicarse a la búsqueda espiritual y poder llegar a sentir la unidad con la Conciencia Universal. Ahora que ya no tenía obligaciones familiares, decidió ir a visitar a un yogui y ponerlo al corriente de sus inquietudes, pidiéndole también consejo espiritual. El yogui vivía cerca de un río. Cubría su cuerpo con un taparrabos y se alimentaba de aquello que le daban algunos devotos. Vivía en paz consigo mismo y con los demás. Sonrió apaciblemente cuando llegó hasta él el hombre de hogar. -¿En qué puedo ayudarte? -preguntó cortésmente. -Venerable yogui, ¿cómo podría yo llegar a percibir la Mente Universal y hacerme uno con Ella? El yogui ordenó: Acompáñame. El yogui condujo al hombre de hogar hasta el río. Le dijo: Agáchate. Así lo hizo el hombre de hogar y, al punto, el yogui lo agarró fuertemente por la cabeza y lo sumergió en el agua hasta llevarlo al borde del desmayo. Por fin permitió que el hombre de hogar, en sus denodados forcejeos, sacara la cabeza. Le preguntó: ¿Qué has sentido? -Una extraordinaria necesidad y ansia de aire. -Pues cuando tengas esa misma ansia de la Mente Universal, podrás aprender a percibirla y hacerte uno con ella.

Abstracto sentimiento me das la mano.
Caminas buscando liberarte de ti, llamas por más.
Filtrándote en mi, llenas con angustia cada gramo.
Fugaz, intrépida cargas con más valor tu penar.
Convivir te hace más audaz, ignorante y soberbia.
Con solo escuchar los silencios que corrompen en mí, liberando epifanías muy dentro de toda alma, conmueven hasta el mas irregular lamento.
Llenas de nada todo este profundo ser maltrecho, inculcado de soledad.
Suspiros de valor, alegría alimentan mi karma.
Iluminado por un dios inexistente en mí, esperando por su compasión, paciencia. Escritos soltando palabras hacia la nada, esperan ser recogidos por mentes abiertas. No es más que un sentimiento...

Me llamó la atención él, por su forma de mirarla, como si no fuese una desconocida que veía por vez primera, pero así era. Él había subido en la misma estación que yo y estaba solo. Recién en la siguiente parada, ella entró al autobús y no se percató de su presencia, pese a que se sentó junto a él. Después, sacó de la mochila un dossier de ilustraciones. Él, como ya dije, la miraba, como si evocase un centenar de momentos compartidos: el otoño en que la lluvia los llevó a refugiarse en el mismo lugar, la excusa para hablarle, un número de teléfono, los días de dudas, la timidez de él para invitarla a salir, los silencios de ella para retrasar la cita, el recital en el que coincidieron, el beso, los besos, las confesiones, los descubrimientos, cenas de dos, reuniones, compromisos, el compromiso, hijos y deseos de seguir soñando. ¿Y si únicamente le recordase a un antiguo amor? O quizá, sin aguzar tanto la memoria, ella era la silueta vacía de sus anhelos, de esa ilusión latente que lo mantuvo despierto, de un desenlace feliz que ya había vivido durante cada noche de insomnio. Yo no tenía pensado tomar un autobús, ella tampoco. Afuera había dejado de llover. Le pregunté si las ilustraciones eran suyas.

Trataba de buscar un momento en el cual poder perderme, el mismo día que tuve la dicha de compartir con mis amigos (entre ellos a la persona más importante que me brinda su amistad incondicional). Se repetía la situación, los personajes y las locaciones a pesar de ser levemente distintas, podía percibir lo cruel e indiferente que era conmigo ese recuerdo... que me atormenta cada vez que pienso en lo que se siente conocer el cielo y el infierno al mismo tiempo. Sé que son recuerdos inseparables el uno del otro, están unidos de la misma manera en la que estoy unido a los recuerdos (¿buenos? y malos) de aquella persona que logró quitarme las ganas de vivir y todo atisbo de dignidad y amor. En ese instante no lo pude ver, la infinidad de pensamientos no me habian hecho recapacitar sobre ese dolor latente que aun me perturba y que pareciera esperar un momento de mi felicidad para aparecer y enrostrarme que todavia sigue presente en mi, con la misma (o incluso más) fuerza que antes, ya que es capaz de derribar los cimientos de estabilidad que poco a poco había logrado construir. Al parecer esa sombra me perseguirá dondequiera que vaya sin importar lo bien que me encuentre y lo aparente de mi bienestar, palabras vacías tal vez para algunos, melodrama para otros. Un factor común que une estas opiniones, sinceridad... en lo que escribo. Hace tiempo que no lloraba como lo hice hoy, no quise reprimir nada, solo pensaba en ese sentimiento de calor que me provocaba alegría y que ahora ya no está... en memoria de la persona que terminó con una parte de mi, pero que a la vez provocó un renacer, lento y que aun no comprendo pero está ahí y debo encontrar a ese nuevo ser antes de perderme en el camino.